28.12.06

DECO

Mis páginas favoritas de decoración, interiorismo y diseño:

La mas psicodélica: La de Verner Panton, con una explicación muy didáctica de todas sus obras.
La más cool: Neotu (si yo tuviera una página me gustaría que se pareciese a esa)
La más divertida: la de Ingo Maurer (ver la historieta que explica cómo se creó la lámpara Lucellino)
Los colores mas bonitos: Nani Marquina, ¡qué gusto andar descalzo por esas alfombras!
La más moderna: Land+Living (noticias sobre el mundo del diseño)
Las mas útiles, repletas de noticias y datos: Deco finder y Dessign addict
La más british: sin duda la de Tricia Guild (Designers Guild)
La más exquisita: Joan Lao
"Más allá de Ikea" (para comprar diseño escandinavo y empaparse de Marimekko, Saarinen, Bodum, Jacobsen, Aalto, etc etc): Finnish Design, Danishdesign, scandinaviandesign

20.12.06

FLAKES OF IDENTITY


Me gusta esta página. Veintinueve artistas repartidos por todo el mundo hacen fotos de su vida cotidiana, recogen pequeños fragmentos, migas de realidad que publican luego en la página formando un "collage" con los demás. La visión de cada uno es distinta, pero todas tienen en común la frescura, la inmediatez, la espontaneidad, esa falta de acartonamiento o de trasdencencia que recuerda mucho a las famosas "lomografías" y que retrata muy bien el paso del tiempo, ese caos fragmentado y veloz que compone ahora nuestra vida.

15.12.06

PALAZUELO

Ayer se inauguró la excelente retrospectiva de Pablo Palazuelo en el MACBA con el título de "Procés de treball". Me encantó la exposición, me pareció muy amplia, bien montada y bien documentada. Interesantísimos los trabajos de los años sesenta y setenta con sus dibujos tentativos y preparatorios, una verdadera exhibición paso a paso del trabajo mental que culminaba en grandes óleos, esculturas sucintas, grabados.
Siguiendo la exposición se apreciaba la influencia de Paul Klee, esos "paisajes vistos desde el aire" con sus tonalidades ocres y marrones, esas "escrituras" que se desdoblaban en partituras musicales por un lado (Kandinsky y su musical amarillo) y las huellas y finas líneas a lo Sol Lewitt por otro, codificación de un lenguaje simbólico, repetitivo.
Me gustaron mucho los óleos (sobre todo éste que reproduzco, Omphalos), con sus grandes superficies planas de colores saturados que se ordenan de una forma geométrica y sin embargo orgánica.
Las últimas obras son de una asombrosa modernidad; contundentes, exploran la arista y la sombra y sus cualidades arquitectónicas: enormes formatos, colores vivos, superficies cortantes de aluminio o acero.

13.12.06

GABINETE DE CURIOSIDADES

Descubrí el blog BibliOdyssey hace tiempo. No sé de quién es, ni a qué se debe su dedicación obsesiva a las ilustraciones de libros antiguos (¿es acaso un librero, un anticuario, un coleccionista, un simple aficionado?)
Su blog es como un gabinete de curiosidades dieciochesco al que uno se asoma siempre con emoción y algo de morbo. En sus vitrinas puedes encontrar cualquier cosa, lo más fantástico e inesperado: el esqueleto de algún animal prehistórico o imaginario, vehículos desaparecidos hace mucho tiempo, reproducciones de códices, herbarios, máquinas misteriosas, figurines, escenografías, románticos paisajes, inventarios sorprendentes...
Cada entrada viene con sus explicaciones eruditas y sus correspondientes vínculos que proponen un viaje extraordinario por los tesoros ocultos de las bibliotecas.
Entre las últimas entradas del blog: historia cómica de Roma, la "enciclopedia" de un monje medieval, un zodíaco persa, un catálogo de carruajes del XIX, un "mix" de curiosidades, grabados de insectos multicolores y los "animalia" del siglo XVII de los que reproduzco uno aquí arriba.

8.12.06

PAISAJE CON COLINAS BOSCOSAS

Ya es la segunda vez que salgo del MNAC con la sensación de haber sufrido una ligera estafa por creerme la propaganda de la exposición. Y digo ligera porque no se trata de un engaño, sino de una simple exageración. Las cuarenta obras de grandes maestros de la pintura europea del Metropolitan Museum of Art de Nueva York son pocas en realidad, en su mayoría son de relleno, saben a poco, saben a propinilla del gran super-museo, aunque haya un greco y un goya, un manet, un renoir, un par de van goghs... Tampoco a la hora de exponerlas se han devanado mucho los sesos: todo junto y ahí va eso.
Por eso destaco aquí un cuadro que no es conocido ni popular ni de los más "grandes" pero que me gustó encontrar allí y me llamó la atención. Este óleo de Gainsborough, pintado probablemente en 1783 en Londres, es un paisaje imaginario de colores suaves aplicados en capas translúcidas y con pincelada suelta. En el original algunos detalles, como las ovejas de la derecha, tienen unos perfiles tan delicados y vagos, como emborronados, que casi parecen moverse.
La otra exposición, las fotos de Humberto Rivas, que también me ilusionaban, pertenecían a su faceta más truculenta y desolada: estragos del tiempo, estragos de la vida, sin paliativos. Difícil de digerir.

2.12.06

VELOZ Y OSCURA












Tu cuerpo silba en los arándanos. ¿Insinúas la libertad de las bestias protegidas por la conducta de los vientos?

Líbrate de la libertad antes de entrar en mí.

Tú eres veloz y oscura en los arándanos encendidos; eres profunda y bella como un rostro en el agua; tu piel es dulce.
Pero mi lengua es sagaz

y tus oídos escuchan sin misericordia.

Antonio Gamoneda (premio Cervantes 2006), fragmento de Descripción de la mentira. Akseli Gallen-Kallela, Lago Keitele.

29.11.06

EL BOSQUE MÁGICO

26.11.06

EXCESOS

En el número 6 de la revista digital de análisis cinematográfico Tren de sombras aparece la obra de un artista, Hiroshi Sugimoto, que realiza fotos de larga exposición de una pantalla cinematográfica durante toda la exhibición de una película. El resultado es una pantalla en blanco, con diferente resplandor según sea la luminosidad de la película. Como él mismo dice, "no es una luz blanca, es el resultado de demasiada información".
No sé por qué, la obra de este artista me ha recordado la de otros creadores que me dio a conocer Raquel, Young-Hae Chang Heavy Industries, formado por Young-Hae Chang y Marc Vogue, con sus obras a base de rótulos que desfilan siguiendo el ritmo de la música (con títulos tan sugerentes como Cunnilingus en Corea del norte). En este caso, el inacabable torrente de palabras llega a aniquilar el propio sentido de la obra, muy irónica y divertida de ver.
El exceso de imágenes, el exceso de palabras: árboles que no dejan ver el bosque...

25.11.06

BAJO UN MANTO DE NIEVE

Este año no me apasionaron las propuestas del BAC (Barcelona Arte Contemporáneo), lo confieso, quizá porque el epígrafe era "Identidades", esa etiqueta que ahora tanto se lleva. Me cansa bastante el tema del género, los roles sexuales, los travestismos, las fotos de señores coreanos vestidos de novia o de señoras vestidas de gheisa, las modelos que se pintan y se despintan y se visten y se desvisten y se disfrazan y se ponen máscaras y zapatos de tacón y ortopedias, en una exhibición cansina de voyeurismo y violencia explícita. Me parece reiterativo y enormemente narcisista. Pero bueno, es una moda, y supongo que también pasará.
El tema de la identidad cultural me interesa muchísimo más. Me llamó la atención el trabajo de una fotógrafa de origen srilankés que vive en Suecia, Nina Mangalanayagam, que presentaba una serie de fotos (Snötäckt, under a blanket of snow), una especie de narración visual en la que su padre, nativo de Sri Lanka y emigrante en Suecia desde hace treinta años, muy enfermo e imposibilitado de viajar, aparece enfrentado a un paisaje nevado implacable, perdido en una naturaleza que no comprende y de la que no puede participar y aislado en un mundo que no le corresponde. La secuencia de las fotos era muy sobria y poética, y me gustó la forma de enfocar el tema, con sensibilidad pero sin sentimentalismo. En este enlace se puede ver la serie de diapositivas completa; vale la pena.

17.11.06

ORO
























¡Los árboles deslumbrantes
del otoño, por la tarde,
en esos parajes limpios
del campo, cuando se han ido
todos, y no queda más
que uno con la soledad!
¡Las cosas que ellos nos dicen!
¡Los inmensos imposibles
que nos transparentan! -¡Oro
eterno nos quema los ojos!-
¡No acaba la hoja con sol,
ante nuestro corazón!


"Entretiempo", Juan Ramón Jiménez (de El silencio de oro)

Foto: Fageda d'en Jordà.

9.11.06

CIUDAD OCULTA


Bajo las sábanas hay un hueco caliente, una cueva cálida llena del vaho de la propia respiración y de recodos enormes y desconocidos del propio cuerpo. En esta cueva blanca vive una manada de animalillos inquietos. La mano izquierda no puede soportar ese aire caliente y viciado, quiere respirar aire puro y sale poco a poco hasta el embozo, donde se posa con alivio. Su hermana quasi-gemela y simétrica, la mano derecha, prefiere el frescor sombreado y recogido de bajo la almohada, y allí se encierra como si se prensara entre las hojas de un libro. La pierna derecha y la pierna izquierda se reparten las esquinas de abajo, las más oscuras y recónditas de la cueva, buscando un equilibrio de rodillas y tobillos, puntas y talones.
Cuando el cuerpo moviliza todas sus esquinas y sus palancas, sus poleas y sus engranajes y consigue darse la vuelta, hay un mundo nuevo esperándole, una arquitectura completamente distinta que soporta, con bóvedas y columnas, un nuevo espacio, una nueva luz, una nueva disposición del pelo sobre la almohada, de la nuca en el hueco, y lo que antes era pasillo ahora es atrio, lo que antes era cubículo ahora es atalaya, y no bien la arquitectura ha sido medida y palpada por los sentidos medio embotados de ese sueño matinal, ya el cuerpo pide la destrucción de esa ciudad para crear otra, su Pompeya para un Nueva York inminente, su Atlántida para un Río favelado e interminable o un cartesiano y boulevardado París.



Fotos:
Sonja, Pierre Radisic, 1987
Peek a Boo fingers, Ernestine Ruben, 1987

De El cuerpo. Fotografías de la configuración humana, William A. Ewing.

2.11.06

ESE PÁLIDO ROSTRO

















Flores de luz tranquila despiertan a lo lejos,
Flores de luz quizá, o miradas tan bellas
Como pudo el ahogado soñarlas una noche,
Sin amor ni dolor, en su tumba infinita.


A su fulgor el agua seducida se aquieta,
Azulada sonrisa asomando en sus ondas.
Sonrisas, oh miradas alegres de los labios;
Miradas, oh sonrisas de la luz triunfante.

Desdobla sus espejos la prisión delicada;
Claridad sinuosa, errantes perspectivas.
Perspectivas que rompe con su dolor ya muerto
Ese pálido rostro que solemne aparece.

Fragmento de "Cuerpo en pena", de Un río, un amor, Luis Cernuda.

"Ophélie", Odilon Redon

29.10.06

LOS INVISIBLES

¡Qué alegría! La revista Babelia de El País nos dedicaba ayer sábado a los sufridos traductores literarios nada menos que tres páginas enteras ("El oficio invisible", titulaban el reportaje, y como subtítulo "Traducir en España"). El artículo de Javier Rodríguez Marcos, extenso e intenso, toca los puntos sensibles y hace un buen diagnóstico de lo que es la traducción literaria en España ahora mismo. Se le permitió hablar al presidente de la asociación de traductores literarios (ACEtt), Mario Merlino, a Maite Gallego (la vicepresidenta) y a unos cuantos traductores, es decir, a personas que conocen el tema. Es tan raro que se nos deje hablar de los problemas de nuestra profesión que casi no puedo creerlo. También se incluían interesantes artículos de Justo Navarro, Nora Catelli y Miguel Sáenz.
¿Dejaremos de ser invisibles del todo algún día...?

21.10.06

PALABRAS

A través de "la página del idioma español" se puede recibir "la palabra del día", un pequeño regalo que te encuentras cada día en el buzón electrónico. Así puedes saber muchas cosas curiosas, como por ejemplo que la palabra "pizza" viene del antiguo germánico bizzo, que significaba "morder" y "bocado", o que "genuino" viene de la raíz indoeuropea genu que significa rodilla y se encuentra en palabras como genuflexión, y que hace referencia a la costumbre de los etruscos según la cual el padre se colocaba sobre las rodillas al hijo recién nacido para expresar que lo reconocía como suyo, o sea, que lo declaraba legítimo o "genuino"...
O podemos saber que la palabra "cheque" viene del idioma pelvi, que se hablaba en Persia hace tres mil años, donde rey era shah, procedente del antiguo persa khshayathiya, y de ahí, a través del árabe sah, nos llegó la palabra "jaque" (check en inglés y échec en francés), y del ajedrez pasó a significar detener, comprobar y verificar, primero en general y luego aplicado a los talones bancarios.
O podemos averiguar que las "Islas Bahamas" en realidad fueron bautizadas por Colón como "Islas de Bajamar", y este nombre mal pronunciado posteriormente por los ingleses en el siglo XVII fue el que acabó imponiéndose.
O que la palabra "química" viene del árabe kimiyá, que significa piedra filosofal, o que "bigote" viene de la expresión que usaban los germanos (muy peludos ellos) en la Edad Media: "bi Got!" (¡Por Dios!), asociada luego a los hombres bigotudos en general...

18.10.06

EL VUELO DE LA CIGÜEÑA



"Una constructora tala el refugio de cigüeñas protegido por los jueces. El alcalde de Las Navas del Marqués, del PP, insiste en que la urbanización es legal."


"El constructor Francisco Hernandez ha ignorado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que le impide construir un complejo turístico en un pinar de la sierra de Ávila en el que anidan cigüeñas negras y otras especies protegidas."

"Sólo quedan 322 parejas de cigueñas negras en toda España."

13.10.06

LAS NUECES


En la mano me come el otoño su hoja: somos amigos.
Pelamos el tiempo de las nueces y les enseñamos a andar:
el tiempo vuelve a la cáscara.

En el espejo es domingo
en el sueño se duerme,
dice verdad la boca.

Fragmento de 'Corona', de Amapola y memoria, Paul Celan (traducción de Jesús Munárriz).

7.10.06

EL TIEMPO DEL RELOJERO

Es difícil para mí comprender otro tiempo humano: por ejemplo, el del relojero.
Por ejemplo, el del monje que caligrafiaba con minuciosa precisión o iluminaba con precisas pinceladas de color un solo códice (o una parte de un códice) durante toda una vida, mañanas y tardes, misas y maitines, comidas y ayunos, duros inviernos y soporíferos veranos, crepúsculos y mediodías ardientes, horas y horas y horas y horas y horas...
El del maestro pintor, ese pintor realista que afila los lápices para captar un segundo que se le escurre entre los dedos (el sol que se cuela entre las ramas de un membrillo) y lo intenta día tras día, segundo a segundo, mientras los membrillos crecen y engordan, maduran y caen y se pudren al fin ( y vuelta a afilar los lápices, a extender los colores en la paleta con parsimoniosa lentitud).
El tiempo del relojero también debe de ser algo curioso. No puede ser uno solo, una sola medida de las horas. Los relojes se atrasan, se adelantan, llevan vidas diferentes. Unos están en Tokio y es por la tarde. Hay un crepúsculo gris lleno de pequeños coches y anuncios luminosos. Empieza la animación de un karaoke. Miles de personas se apretujan en los vagones del metro. Otros están ahora en Bangladesh y es por la noche. Otros en Toronto y amanece en las cumbres de los altísimos rascacielos. Y aquél que se paró hace un mes, hace dos años, hace cien años. Entonces eran las cuatro y catorce minutos, y lo siguen siendo indefinidamente.

Ilustraciones: Moralia in Job, S. Gregorio Magno, c. 1111 (Biblioteca Municipal de Dijon)

3.10.06

APUNTES DE OTOÑO

Frivolidad
La moda de esta temporada otoño-invierno parece, tal y como ya me temía, un compendio de todo aquello que más detesto: cuadros escoceses, color gris, tweed, pata de gallo, pantalones pitillo, bailarinas, botas con tacón alto, bolsos metalizados, cadenas, faldas abullonadas... Sólo faltan las hombreras de jugador de fútbol americano, los colores del parchís o los calentadores y el desaliento sería total (la ley de Murphy no falla: me temo que llegarán al año que viene). El único consuelo que me queda son los jerseys con cuellos enormes y muy desbocados y los vestidos cache-coeur, tan favorecedores.


Escultura
Disfrutamos de la exposición de Henry Moore en Caixaforum, a pesar de lo reducido del espacio y el exceso de colegios, institutos y visitas comentadas.
Recuerdo otras ocasiones en las que he visto obras de Moore en contextos mucho mejores: en el Art Gallery of Ontario, en Toronto, en unas salas enormes con claraboyas en el techo que iluminaban con luz cenital sus esculturas yacentes, o en el mejor de los escenarios posibles, los preciosos jardines del museo de escultura al aire libre de Louisiana, en Copenhague, con el mar al fondo...
En la galería Eude hubo también otra exposición mucho más modesta, de unas litografías que realizó Henry Moore inspiradas en los poemas de Auden. Me gustaron los paisajes más que las figuras, quizá porque no los conocía. Las litografías resultaban evocadoras, algo inquietantes.


Chanson
Una vez más Dominique A solo, en el escenario del Apolo, con su guitarra, en esta ocasión para presentar su último disco L'Horizon, mucho más luminoso y optimista que Tout sera comme avant... Este hombre es un animal escénico total. Pasa del intimismo susurrado al pop más guitarrero y de todo sale airoso, y en directo ha convertido la técnica de grabarse a sí mismo para crear loops de guitarras y coros en un recurso personalísimo al que saca un partido increíble. Un concierto inolvidable.

27.9.06

EL GANSO EN EL PUPITRE

"Razón retomó entonces la palabra:
-¡Levántate, hija mía! Salgamos sin tardanza hacia el Campo de las Letras. Es allí, en aquel país rico y fértil, donde será fundada la Ciudad de las Damas, allí donde se hallan mansos ríos y vergeles cargados de fruta, donde la tierra produce buenas y abundantes cosas. Coge la azada de tu inteligencia y cava hondo. Por donde veas el trazado de mi regla, cava un foso profundo, yo te ayudaré cargando la tierra en cestas que llevaré a hombros."


La ciudad de las damas, Cristina de Pizán, edición de Marie-José Lemarchand, Siruela, 1995.
Ilustración: Cristina en su estude. Le livre de la Cité des Dames, ms. Harley 4.431, fol. 4, British Library, Londres.

20.9.06

MIEDOS: LA ESPERANZA (3)


















A veces sales a la calle y lo entiendes. Entiendes la pasión sin sentido del flâneur, esa emoción ilimitada que mueve los pasos del paseante sin rumbo fijo, de calle en calle, de aquí para allá, y luego un poco más lejos, y un poco más, y un poco más... Una extraña euforia se apodera de ti, aunque las calles son las mismas de siempre y los turistas siguen ocupando las aceras y las Ramblas, pobladas de estatuas vivientes, sonidos, colores y estrépitos, abrasadas por el inclemente sol veraniego, siguen siendo, como siempre, un tránsito agobiante, un vía crucis del paseo ocioso, un lugar tan vivo que la vida ya no tiene cabida en él. Pero a pesar de todo, la extraña euforia se apodera de ti y respiras hondo, y te dejas arrastrar por la marea humana, y al levantar la vista hacia los árboles ves las hojas ya algo castigadas por el calor, ya a punto de amarillear otra vez, y comprendes que el ciclo se repite también ahí, inmutable. Nunca es lo mismo y siempre es lo mismo. Otra vez se acerca el otoño.

Sean Scully, Curaçao, 1997.

16.9.06

LA VIDA ES TOZUDA


"La espera y el olvido, la ignorancia y el pensamiento afirmaban aquello que no se dejaba esperar en la espera, lo que no se dejaba olvidar en el olvido, lo que la ignorancia no ignoraba, lo no pensado del pensamiento.
El presente que les haría el olvido: la presencia libre de todo presente, sin relación con el ser, apartada de todo lo posible y de todo lo imposible."


La espera el olvido, de Maurice Blanchot (la versión es mía).

13.9.06

HOMENAJE A COROT


Al crítico Peter Campbell, en su artículo del London Review of Books, le sorprende que se pueda contemplar a Corot con "intensidad". Lo define como un pintor "de factura pulcra y frugal", y bromea con bastante sorna sobre el homenaje que le rinde Hodgkin, que le parece "el húmedo acercamiento de un perro amistoso a un visitante reservado."
Muchos críticos de otras épocas emparentaron a Corot con el neoclasicismo y alabaron sus paisajes ideales, arcádicos, algo relamidos incluso, si se quiere. Tuvo mucho éxito en los salones de su época. Se le consideró un precursor del
impresionismo. Se comparó su influencia nada menos que a la de Cézanne. Fue admirado por muchos pintores nada mediocres, incluido Cézanne y llegando hasta Picasso. Sin embargo, muchos críticos modernos no entienden ese interés y ese entusiasmo.
Hodgkin, en eso, resulta especial. También a él hay quien lo considera un pintor "decorativista", quizá por el reducido tamaño y el vivo colorido de sus obras (claro, es verdad, las obras de Hodgkin quedarían muy bien encima de cualquier chimenea...) Se interesan más por él algunos escritores que los propios pintores...
Pero no sé, siempre tengo la sensación de que detrás de la frugalidad de Corot se esconde algo más, algo que no sabría definir. Y después de ver la exposición retrospectiva de Hodgkin en Londres (que, por cierto, viajará al MNCARS de Madrid próximamente, por si a alguien le interesa) tengo la certeza de que las obras
de Hodgkin no son, ni mucho menos, cuadros bonitos para encima de las chimeneas.

Jean-Baptiste Camille Corot, El tronco inclinado.
Howard Hodgkin, Homenaje a Corot.

10.9.06

MIEDOS: EL RESCATE (2)

Las fauces de las farolas devoran la noche y protegen bajo su dosel de mercurio a los transeúntes despistados que sacan a pasear a sus perros cuando las calles se despueblan. Esa disposición sincopada de las luces, ese parpadeo constante del semáforo, rojo, verde, amarillo, nos salvan de la cueva y el barro.
Esas hileras que se confunden a lo lejos, ese enjambre de postes erguidos, de lianas eléctricas, nos separan de la noche y el aullido, de la soledad animal.
Esa disposición perfecta de los campos y los ríos por donde circulan el acero y la goma nos aleja de los zuecos y las abarcas, del pedregoso senderear por los campos helados, por los montes yermos y sin luz.
Los rebaños acorazados, brillantes e innumerables, nos separan ya para siempre del miedo pegado a la nuca, del sudor en los costados, de la sangre en la boca, de los pies lacerados, del pecho estremecido de dolor, de la persecución y el acoso.
Antes el miedo era siempre animal, imprevisible, orgánico, vulnerable.
Ahora ese miedo ya no existe, todo transcurre ordenadamente; todo es geométrico, simétrico, matemático...

7.9.06

RELATOS DE PATAGONIA

Repertorio terrestre
Tierra volada, tierra que pica en los ojos, terrones chicos que sacuden la mañana a velocidad de rayos, tierritas en los ojos de los tataranietos del cacique Quilchamal que se volverán rocas, tierra sin fin, arena que el agua no moja, terracota cuarteada por soles infinitos, arenita que los pies pisan hasta tocar el borde helado del mar, granos molidos de rocas y conchas marinas que cruzan la ruta para pulir los vidrios y los rostros que lucirán como lija ante los besos, tierra gruesa que pasa bajo las puertas y encuentra tu corazón.
(Gobernador Gregores)


En Música desconocida para viajes, de Cristian Aliaga, incluido en Relatos de Patagonia (prólogo, selección y posfacio de María Sonia Cristoff). Editorial Cántaro - Lectores en Viaje, Colección Geografías literarias, Buenos Aires, 2005.

En este volumen de cuentos sobre la Patagonia que me trajo Raquel de Buenos Aires he encontrado muchas curiosidades, como los relatos de Alejandro Winograd y Cristian Aliaga, por ejemplo, o las alusiones al sur como lugar de desolación, frialdad y páramo, cuando aquí lo asociamos precisamente a todo lo contrario, o las ilustraciones que se incluyen al final del viaje del Beagle, reproducción de los originales del Relato de los viajes de relevamiento de los barcos de Su Majestad "Adventure" y "Beagle" entre los años 1826 y 1836, de FitzRoy, King, Stokes y Darwin.

6.9.06

VACACIONES

Pues sí, hace ya tanto tiempo que hicimos las vacaciones que ya casi ni nos acordamos, y además se nos hicieron muy cortas, como siempre pasa con las vacaciones, pero nos sirvieron para desconectar, que es muy necesario, y también para cambiar de aires durante unos días y al menos no estar en casa haciendo lo mismo de siempre, y para cargar las pilas, y así cuando vuelves empiezas a trabajar con más ganas, y además hacerlas en julio es estupendo, porque en realidad haces dos meses de vacaciones, julio y agosto, que prácticamente no se trabaja porque no hay casi nadie y se está la mar de bien con el aire acondicionado en la oficina, y la ciudad esta vacía y tienes las calles todas para ti y aparcas donde quieres, aunque eso sí, todas las panaderías del barrio están cerradas y para ir a comprar el periódico tienes que recorrer un montón de calles, pero este año parece que se ha quedado más gente en agosto, eso ya está cambiando, se nota mucho, aunque es una lástima que cada vez haga más calor por lo del cambio climático, porque antes el calor nunca empezaba tan pronto ni duraba tanto y claro, así hay tantos turistas, que este año parece que hay más que nunca...

2.9.06

MÁSCARAS

No me quería perder la exposición Picasso, l'home de les mil màscares en el Museo Barbier-Mueller (acaba mañana) y he ido esta mañana. El día era nublado y bochornoso. La calle Montcada estaba invadida por una cola interminable de turistas que esperaban para entrar en el museo Picasso. En el Barbier-Mueller, nadie. Absolutamente nadie. Las salas vacías para mí. He disfrutado intensamente de las extrañas, inquietantes y bellas máscaras de todas las épocas y continentes acompañadas de cuadros, cerámicas y esculturas de Picasso, un viaje muy interesante y que me ha suscitado algunas reflexiones:
La máscara no es un disfraz, sino la esencia de lo que somos: la cara, el alma, los mínimos rasgos que nos definen, los huecos de los ojos y la boca, la visión, la palabra, lo humano.
Puede ser también disfraz, pero que no oculta sino que transparenta. En la máscara se refleja amplificado lo que hay detrás, pero lo que hay 'de verdad' dentro de ojos, boca y humanidad. Así aparece lo monstruoso y complejo, o lo sencillo y angelical.
La máscara forma parte de un ritual muy antiguo, pero que al mismo tiempo no tiene edad ni caducidad, y que se reproduce siempre, y que es transformarse en otro y poseer al otro, o ser poseído por otro y convertirse en él.

La máscara puede ser aterradora, pero también pura caricatura. No es extraño que sedujese a Picasso...

Ilustración: Máscara frontal, República Democrática del Congo, Kasai Oriental, pueblo luluwa (del catálogo de la exposición, un verdadero lujo con unas fotografías espléndidas y textos muy cuidados).

29.8.06

MIEDOS: EL RECUERDO (1)

A veces notamos una sensación de desajuste, una sensación discordante que no sabemos cómo tomar. Hay un tiempo en el que se hunden las raíces de nuestra vida. Cuál es, no lo sabemos. Sólo que es anterior, muy anterior. Los ojos, ya no inocentes, tienen conciencia de que hubo otros tiempos, y ese recuerdo imposible (algo grabado en nuestra carne y que sin embargo desconocemos) duele ya de forma irremediable, eterna. No quisiéramos saberlo, pero, ¿cómo evitarlo? Una vez sabido, ese tiempo antiguo de un invierno glacial entre muros de piedra, de hierba recién cortada y de cielo tormentoso en el valle viene a mezclarse con las aceras y las calzadas llenas de coches, y algo muy extraño, una colisión sorda y terrible, convierte los caminos cotidianos de la ciudad en una espantosa ciénaga donde cada paso es un peligro.
Nos asaltan recuerdos imposibles de enormes casonas llenas de ecos y ruidos; durante siglos, nos dormimos con el sonido del ulular del viento y la lluvia violenta repiqueteando en el tejado.
Pasos misteriosos, gruñidos, tormentas, llamas, agua fría.
Ahora que todas las sensaciones se viven diferidas a través de pantallas y otras figuraciones mecánicas, un repeluzno de espanto nos eriza la piel esos días extraños en los que el pasado irrumpe de pronto, como una pesadilla antigua, con las sensaciones vivas y crudas, sin pulir.
Casi podríamos alcanzar con la mano esa herida, ese tiempo desgajado, y palpar la aspereza de la tela basta que roza la piel, y oír el chirrido del metal sobre la piedra y oler a fuego extinguido.
Sin embargo, se trata de una sensación ilusoria. El desligamiento es total. No se puede regresar al útero. Vivimos hace innumerables siglos. Esta terrible condena al presente es el colmo del dolor, el colmo de la soledad entre ráfagas tristes, como si lloviera sobre un coche abandonado.

17.8.06

EL RUMOR DEL OLEAJE

Shinji es un joven pescador que vive en la minúscula isla de Utajima, un lugar bello y salvaje, donde la naturaleza aún permanece en un estado prístino. Un día, volviendo de faenar en el Taihei-maru, ve una joven desconocida en la playa que está ayudando a sacar a la orilla las barquitas de los pescadores... Al día siguiente se entera de que la muchacha es Hatsue, la hija de un rico propietario. Los dos jóvenes se encuentran por casualidad en una antigua torre de guardia abandonada y días después se citan en aquel mismo lugar. Amanece un día de lluvia, negro y tormentoso, y Shinji no puede salir a pescar, pero el tiempo le parece magnífico. Tiene ganas de cantar y saltar, y el tiempo que transcurre hasta la hora de su cita se le hace eterno.
Llega a la torre empapado, enciende una hoguera y se quita la ropa para secarla. Al entrar en calor se queda dormido, y cuando despierta ve una muchacha desnuda: es Hatsue.
Los amantes se abrazan y fuera la tormenta sigue desatada.
"De vez en cuando, el fuego moribundo crepitaba un poco. Oían ese sonido y los silbidos del viento al pasar ante las altas ventanas, todo ello mezclado con los latidos de sus corazones. A Shinji le parecía como si el conjunto formado por esa sensación incesante de embriaguez, el confuso retumbar de las olas en el exterior y los ruidos de la tormenta entre las copas de los árboles, siguiera el ritmo violento de la naturaleza. Y la sensación imperecedera de una felicidad pura y sagrada formaba parte de esa emoción."


El rumor del oleaje, Yukio Mishima. Traducción de Keiko Takahashi y Jordi Fibla.

10.8.06

TRISTRAM SHANDY: A COCK & BULL STORY

¿Cómo hacer una película sobre un libro que resulta imposible de llevar a la pantalla? Michael Winterbottom se ha empeñado y le ha salido una película muy poco convencional, eso es cierto, pero regocijante y llena de interés, una historia de "cine dentro del cine" que consigue hablar verdaderamente de lo que es y lo que representa el libro Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy de Laurence Stern sin contar, en realidad, su argumento... La película nos muestra los entresijos de una filmación, un equipo alborotado que se aloja en un precioso hotel de Yorkshire semejante a un palacio, los problemas del rodaje, los roces, las imposturas, las astucias, las mentiras y las bobadas de cada uno. El resultado es una obra ingeniosa y fresca repleta de bromas de todos los calibres, desde las más finas e irónicas hasta la payasada que provoca la carcajada inevitable.
Steve Coogan, que ya actuó con Winterbottom en otro curioso papel "dentro y fuera" de la pantalla en 24 Hour Party People hace de Tristram Shandy, de su padre y de él mismo, autoparodiándose con una increíble desfachatez. Sus discusiones con Rob Brydon sobre el tamaño de los tacones o el color de sus dientes resultan memorables.

1.8.06

LOS TÁRTAROS


"Así comenzó aquella noche memorable, atravesada por los vientos, entre vaivenes de linternas, insólitas cornetas, pasos en los zaguanes, nubes que bajaban atropelladamente del norte, se enganchaban en las cimas rocosas dejando pegados en ellas jirones, pero no tenían tiempo de pararse, algo muy importante las llamaba.
Había bastado un disparo, un modesto disparo de fusil, y la Fortaleza se había despertado. Durante años había habido silencio (y ellos siempre orientados al norte para oír la voz de la guerra inminente), un silencio demasiado prolongado. Ahora un fusil había disparado (con la carga de polvo prescrita y la bala de plomo de treinta y dos gramos) y los hombres se habían mirado recíprocamente como si aquella fuera la señal.
Es cierto que tampoco esta noche nadie, salvo algún soldado, pronuncia el nombre que está en el corazón de todos. Los oficiales prefieren callarlo porque justamente ésa es su esperanza. Por los tártaros han alzado las murallas de la Fortaleza, consumen allá arriba grandes porciones de vida, por los tártaros los centinelas caminan noche y día como autómatas. Unos alimentan esa esperanza con nueva fe cada mañana, otros la conservan oculta en lo más hondo, otros ni siquiera saben que la poseen, creyendo haberla perdido. Pero nadie tiene el valor de mencionarla; parecería un mal augurio, y sobre todo parecería confesar los propios y más queridos pensamientos, y a los soldados eso les avergüenza."


El desierto de los tártaros, Dino Buzzati, traducción de Esther Benítez.

27.7.06

SUMMERTIME


Summertime
and the living is easy
Fish are jumping
and the cotton is high
Oh! Your Daddy is rich
and your Ma is good looking
So hush, little baby,
don't you cry . . .

20.7.06

MIND THE GAP (PEQUEÑA CRÓNICA LONDINENSE)


Supongo que es inevitable que la primera sensación sea similar a la del muchacho recién llegado del pueblo en las antiguas novelas picarescas: la boca abierta por la sorpresa, el estupor ante la enorme concentración de personas y edificios, la velocidad de los vehículos, la agitación frenética de las múltiples industrias humanas, las prisas y las risas, los gritos y los estrépitos, la desenvoltura y el desdén de los que se encaminan veloces a realizar desconocidas gestiones, la infinita variedad de los rostros y los trajes, las razas y los adornos, las modas y los modos.
Aunque no procedas de una aldea perdida entre las montañas es inevitable que te sorprenda, porque desconoces los códigos, los comportamientos, los procedimientos, las claves. Eres como ese astronauta de la novela de Stanislaw Lem que regresa a la tierra después de un viaje de siglos en el que permaneció hibernado y encuentra que este planeta ya no es el suyo, que no entiende nada ni a nadie, ni los letreros, ni a las personas y sus frenéticas idas y venidas, ni los vehículos, ni los modos ni las modas...
Así que, forastero, ten mucho, mucho cuidado, mira bien dónde pones los pies, mira a tu derecha antes de cruzar la calle (¡a la derecha, no a la izquierda!) y vigila bien dónde te metes.



British Museum


Qué sensación más extraña leer en la novela Saturday, de Ian McEwan, que el protagonista habla de aparcar su coche en los mews y pasar precisamente por los mews de Belgravia, las antiguas caballerizas que ahora son cotizados pasajes privados. Ese es el Londres señorial y anticuado, con sus placitas ordenadas y sus casas blancas todas iguales, donde de repente se para todo el tráfico y pasa una carroza con sus lacayos de librea y sus caballos y gualdrapas...

Mucho más extraño: leer en la misma novela que el protagonista tiene un cuadro de Hodgkin en una pared... y visitar la exposición antológica de Howard Hodgkin en la Tate Britain. La exposición era magnífica, un excelente recorrido cronológico por la obra de este gran pintor. Muy cuidada, reunía obras de lugares muy distantes que permitían seguir su evolución, y muchas además, teniendo en cuenta la escasa producción de Hodgkin y el enorme tiempo que tarda en pintar cada cuadro. Salas amplias, muy bien ambientadas.

Los días: cuidado, cuidado, no metas el pie en el hueco entre el tren y el andén, no te equivoques de línea, que no te arrollen los londinenses que salen apresurados a comerse su lunch, un bocadillo o una ensalada en una fiambrera de plástico, buscando el sol inconstante de Regent's Park o de Hyde Park o de St. James's Park...
Las noches: negra y musical en el Jazz Café, tranquila y con el amargo y espeso sabor de la Guinness en el Hedgehog and Pheasant de Pimlico, agitada tras los exquisitos dry martinis del Bertorelli en el Soho, la luna llena sobre el Big Ben, el autobús 24 que pasaba junto a Trafalgar Square, donde se desgañitaban los tifosi...



Tate Modern: me gustó ver dos salas enteras dedicadas a obras de Joseph Beuys, con varias instalaciones, las esculturas de "Hostages" de Fautrier (sólo conocía los cuadros), la sala con obras de Broodthaers, Bruce Nauman y otros artistas conceptuales, los cajones de Donald Judd, Louise Bourgeois, Bacon... La colección es estupenda, sí, pero me decepcionó el edificio, tan alabado, rehabilitado por Herzog y Meuron. Sí, la famosa "sala de la turbina" era enorme, pero allí no había ninguna turbina, sólo un espacio inmenso y vacío, sin nada que recordase el pasado eléctrico de aquel edificio. ¿Por qué había imaginado yo que encontraría otra cosa, una enorme, gigantesca turbina roja...? Lo comprendí al ver las postales que vendían en la tienda: lo que yo había asimilado inconscientemente con la turbina era en realidad la obra "Marsias" de Anish Kapoor, muy fotografiada en su momento y analizada exhaustivamente por Amador Vega en aquel curso del CCCB sobre mística y arte al que asistí. Además las orillas del Támesis
junto a la Tate Modern eran fangosas y feas, llovía y los ladrillos que forman los muros de la antigua central eléctrica eran marrones y feos, y todo tenía un aire tristón y mustio, a pesar de su aparatosidad.
Un buen consuelo fueron los riquísimos bocadillos de pan doorstep con salmón ahumado que nos comimos en un pub de camino hacia la Modern.



Desde la ventana del hotel









Hay que tener cuidado con la memoria engañosa, con los huecos que nos quedan, y que rellenamos inconscientemente con otras cosas. Con nuestras lecturas desde Dickens a Julian Barnes pasando por Forster y Virginia Woolf. Cuidado con Samuel Pepys y con Sherlock Holmes, con los cuadros de Turner y de Hockney, con las películas, con Hitchcock y la Ealing, con Blow up y Match Point. Cuidado con esas imágenes que nos llevan siempre a los lugares de la memoria de otros, a lugares imaginados, soñados o temidos, a lugares que no existen.