31.3.07

EL CALIFORNIANO

Parecía cualquier cosa menos californiano. Alto y barbudo como un sanjosé, con un aspecto desgarbado y desaliñado un poco a lo Jason Lee en “Me llamo Earl”, salió al escenario cutre del sótano con su guitarrilla como de juguete ante un público entregado y se puso a cantar, o más bien a contar sus canciones.
Venía recomendado por los de Green Ufos. Habíamos escuchado en casa su último disco (Candy Ass) y nos había gustado: intimista, especial, con esa voz susurrante y esas letras poéticas pero con su toque rarito.
Bromeó con el público, creó su complicidad y contó sus historias tiernas y algo tronadas, pero nos decepcionó un poco porque esperábamos que el concierto en vivo fuese algo más que contar historias, que tuviese quizá algo más de espectáculo musical. No fue así, prefirió ir de cantautor de toda la vida. Es una opción.
Pero el disco sigue siendo bueno...


Mark Eitzel, Sala Monasterio, Barcelona, 30 de marzo de 2007.

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