BLACK GHOST (y 3)
Si
hubiera estado viva igual también me habría molestado un poquito
ver, más tarde, a mi novio Carl pagándole a Terry por su trabajo
tan pulcro y profesional, tan bien hecho. Y más tarde aún ver a mi
dulce e inocente hermanita Leona, con sus dieciséis añitos recién
cumplidos, denunciar mi desaparición a la policía (a estas alturas
ya todos sabemos que no voy a volver nunca), y después, o incluso
antes y después, meterse en la cama con Carl, mi ex novio, ahora ya
dueño único de todo el local.
No
niego que todo eso me habría molestado. Igual que me habría
sorprendido bastante ver al idiota de Beep, ese pedazo de carne con
ojos, ese mastodonte de portero de mi local, encerrado en el baño y
llorando como un bebé. No sabía que me tuviera tanto cariño, la
verdad. Y me habría parecido curioso verle hacer una
llamada con un teléfono móvil de esos de usar y tirar, y después
romperlo y tirarlo a una papelera por la calle, y meterse en un coche
y salir de la ciudad cagando leches. Después la sorpresa habría
dado paso al asombro al ver llegar a la policía al local, bajarse de
sus coches, detener a Leona, detener a Carl, al mismo tiempo que
otros policías detenían a Terry en una timba de póker a unas
cuantas calles de distancia de allí, ay, lo que son las cosas, con
lo que yo admiraba su profesionalidad, y al final parece que se dejó
algún cabo suelto. El espectáculo de sacar mi cuerpo del agua puede
que no haya sido demasiado elegante, no lo niego, pero a mí, qué
quieren que les diga, la verdad es que me tiene ya sin cuidado. No me
importa el local, ni la policía, ni mi hermana, ni mi ex-novio, ni
Terry, ni siquiera el pobre de Beep, que al final no resultó tan
idiota, después de todo. Lo único que siento ahora es alivio. A lo
mejor ahora sí que se ha acabado todo de verdad y puedo desaparecer
en el olvido, convencida de que no hay nada más, eso es todo,
amigos. Y sí, estoy contenta de no ser ese tipo de fantasma a lo
Patrick Swayze que anda por la tierra con un cuerpo transparente, la
verdad, no por nada, es solo por no tener que aguantar a Whoopi
Goldberg, porque, señores, será una hermana, pero es la hermana más
plasta que vi en todos los días de mi corta y negra vida.
FIN
FIN
2 comentarios:
No sabes cuánto he disfrutado, es que no te looooo puedes ni imaginar!
Me alegro de que te haya gustado. Es curioso porque esta historia se me ocurrió de repente y la escribí toda de un tirón, como si el "fantasma" de Shayana me la hubiese dictado, ¡ja ja ja!
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