30.3.09

FINAL

Ayer vi el final de la película Tess (1979), de Roman Polanski, que no había visto antes. Sólo el final. En su huida, Tess y su marido, Angel, llegan al crómlech de Stonehenge en plena noche. Al rato la oscuridad se levanta y hay algo de luz, aunque el sol aún no ha salido y una espesa niebla envuelve las ruinas megalíticas. Tess, cansada, se recuesta sobre una piedra y se queda dormida. Él la contempla allí echada, vestida de rojo... Ve llegar a los policías a caballo que vienen a detenerla por haber matado a su amante. Cuando se acercan, les dice: “Está durmiendo, déjenla un poco más...” La película acaba con la música poética y triste de Philippe Sarde mientras sale el sol detrás de los menhires y disipa la niebla, y Tess y Angel se alejan a pie entre los dos policías a caballo.
Me acordé de otra película que vi hace tiempo, El agente secreto, de Christopher Hampton (1996). Ambientada más o menos en la misma época. La bella y desolada Nastassia Kinski hacía eco a la bella y desolada Patricia Arquette, ambas mataban al hombre a quien se habían vendido. Las dos con un cuchillo, con el mismo cuchillo que había usado cada uno de esos dos hombres brutales e insensibles unos momentos antes para cortarse una loncha de rosbif sangrante. No creo que sea casualidad, pero me pregunto si la coincidencia se daba entre los autores de las respectivas novelas, que no he leído (Thomas Hardy y Joseph Conrad) o entre los cineastas... Sin embargo, la resolución no podía ser más distinta en las dos películas. Mientras Hampton no nos ahorra ni un solo detalle de la truculenta y desagradable escena de la muerte, Polanski la escamotea por completo y la ferocidad del asesinato queda reflejada únicamente en una pequeña mancha de sangre en el borde de la enagua de Tess. Genial.

24.3.09

LEER LAS CARAS


“En aquellos tiempos todos sabían que las cosas y las palabras que las describían estaban tan próximas que las mañanas en que la niebla descendía sobre aquella aldea fantasma en las montañas, las palabras se confundían con lo que describían. Los que se despertaban en aquellas mañanas brumosas no podían diferenciar la realidad de sus sueños, la vida de la poesía ni los nombres de las personas. En aquellos tiempos los cuentos y las vidas eran tan reales que a nadie se le ocurría preguntar cuál era la vida original o cuál era el cuento original. Los sueños se vivían y las vidas se interpretaban. En aquellos tiempos, las caras de la gente tenían tanto significado, como, por otro lado, todo lo demás, que incluso los analfabetos y los que creían que el alfa era una fruta, la a un sombrero y la alif un poste, conseguían leer por sí solos las letras de significado evidente de nuestras caras.”

Fragmento de El libro negro de Orhan Pamuk. (Traducción de Rafael Carpintero).

Amaya Bozal, Cabeza de niña, 2008.

20.3.09

COLAPSOS

Ayer
Dentro del festival de arquitectura Eme3, con el lema de “Collapse”, ayer en el FAD se celebró un coloquio (titulado “Detonante: Radiografía del colapso”) entre Jorge Wagensberg, Gilles Lipovetsky, Joan Martínez Alier y David Barkin. Cada uno lo enfocó desde su perspectiva (científica, sociológica, económica), aunque nosotros fuimos sobre todo para oír a Jorge Wagensberg, siempre apasionante. En el breve rato de que dispuso habló de la teoría de los sistemas, de biomímesis y diversidad, todo con ejemplos diáfanos y su habitual sentido del humor. Una gozada. Gilles Lipovetsky, ese hombre-comodín que al parecer sirve para todo, estuvo muy en su papel de sociólogo, estructurando de una forma coherente una serie de “sensaciones” que flotaban en el aire y de argumentos que todos hemos pensado y expresado de manera más o menos vaga con respecto a la dichosa crisis que nos azota. Los economistas no estuvieron tan afortunados para mi gusto. Joan Martínez Alier se mostró muy apocalíptico, con su letanía de “ya lo decía yo y no me hicieron ni caso” y un powerpoint bastante ilegible y David Barkin se limitó a exponer aburridamente una serie de obviedades. Ilustró el acto previamente un fragmento de una interesante entrevista a Noam Chomsky que los organizadores del acto prometieron colgar después en su web. Habrá que verla entera.

Hoy
Por casualidad, veo la exposición “Colapso Cardíaco” de Jean Bigot en la Central de Correos, organizada por el Memorial Democràtic de la Generalitat. Jean Bigot es bisnieto de Carles Rahola, escritor, periodista y político fusilado por los franquistas, y de Pompeu Fabra, que partió al exilio. Esas dos palabras mentirosas, “colapso cardíaco”, figuraban como causa de la muerte en el certificado de defunción del bisabuelo asesinado.
Ya en la entrada nos choca la extraña y enorme bandera catalana hecha con toallas de playa cosidas: la memoria familiar y la pública se funden por completo.
El edificio vetusto, bello y algo fantasmal de la central de Correos es un escenario perfecto para esta exposición tristísima llena de muebles rotos, maletas ahorcadas, arena, zapatos vacíos, fotos en sepia, borrosos vídeos familiares, mortajas, la palabra (el diccionario) transportada al exilio en un cajón de embalaje, maquetas sumidas en la noche, cartas que se lleva el viento...

16.3.09

PREFIERO


Prefiero lo bueno y breve, y a un toma prefiero dos te daré. Prefiero el café negro y el chocolate espeso. Prefiero la versión original, el libro sin abrir, la rosa sin tocar. Prefiero la pausa, pero a veces la prisa. Prefiero, siempre, a los que me prefieren.





Paul Blanca, The Rose, 2000

10.3.09

LOS AMANTES

Los amantes están ilusionados, son jóvenes, sienten que les devora una locura y una embriaguez que los vuelve bellos, bellos, inmortales e invencibles, así es como se sienten y no ponen esas caritas de asco de los actores en las películas seudo-artísticas y seudo-intelectuales, no están de vuelta de todo, no quieren suicidarse, no practican fetichismos extraños, no dejan de verse un día de repente sin saber por qué atormentados por rarezas kafkianas, no desencadenan dramas familiares, no matan por celos, no mueren estrellados con su coche ni hay bandas rivales, en fin, que son felices, salvajes, egoístas, despiadados, impúdicos en su entrega y su felicidad, ahí revueltos, entrelazados, frenéticos, hartos de piel, de beso y de refriega.

Kitagawa Utamaro: amantes del "Poema de la almohada" (Uta makura)

5.3.09

CILDO

Ayer visité la exposición de Cildo Meireles en el MACBA. Un recorrido excepcional por la obra de este artista brasileño que contiene obras diversas e instalaciones sorprendentes como Babel, Como construir catedrales o la espectacular A través, la famosa habitación roja de Desvío hacia el rojo y otras obras de menor tamaño pero también muy interesantes (La cruz del sur, Mallas de libertad, Inserciones en circuitos ideológicos, etc.)
Es una exposición muy recomendable.

Cildo Meireles del 11 de febrero al 26 de abril de 2009, MACBA, Barcelona.