24.3.09

LEER LAS CARAS


“En aquellos tiempos todos sabían que las cosas y las palabras que las describían estaban tan próximas que las mañanas en que la niebla descendía sobre aquella aldea fantasma en las montañas, las palabras se confundían con lo que describían. Los que se despertaban en aquellas mañanas brumosas no podían diferenciar la realidad de sus sueños, la vida de la poesía ni los nombres de las personas. En aquellos tiempos los cuentos y las vidas eran tan reales que a nadie se le ocurría preguntar cuál era la vida original o cuál era el cuento original. Los sueños se vivían y las vidas se interpretaban. En aquellos tiempos, las caras de la gente tenían tanto significado, como, por otro lado, todo lo demás, que incluso los analfabetos y los que creían que el alfa era una fruta, la a un sombrero y la alif un poste, conseguían leer por sí solos las letras de significado evidente de nuestras caras.”

Fragmento de El libro negro de Orhan Pamuk. (Traducción de Rafael Carpintero).

Amaya Bozal, Cabeza de niña, 2008.

4 comentarios:

rubén dijo...

Una novela enorme, en todos los sentidos. Pronto acudiré yo también a Pamuk.

Anónimo dijo...

Fantástico! Me maravilla, al tiempo que me intriga, la relación entre los textos y las ilustraciones que haces, no se cómo lo consigues. Y esta vez te has superado.

Anónimo dijo...

Rubén: efectivamente, la novela es un mundo. Llevo muchos días sumergida en ella y no quiero que se acabe...
Pilar: Gracias, me vas a hacer sonrojar... No siempre tengo la relación tan clara; esta vez al leer el fragmento ya vi el cuadro. Por cierto, ya tenemos lo del día 8.
¡Besos!

rubén dijo...

Eso mismo me pasó a mí.