RÍOS Y MAREAS
La película documental “Ríos y mareas” muestra a Andy Goldsworthy, el artista británico, en pleno trabajo. Goldsworthy acude al campo o a la playa sin otra herramienta que sus propias manos y allí, usando los materiales que encuentra en la naturaleza, crea unas obras efímeras de una extraordinaria belleza. Pone un remate de blanquísimo vellón de oveja a una tapia de piedra seca, construye “guardianes” de piedra y nidos de ramitas que luego se lleva la marea, crea sinuosos meandros con carámbanos de hielo que luego el sol deshace, pone alfombras de ramas de helecho o de musgo a los pies de los árboles, arroja al río serpientes hechas con hojas verdes, o “bombas” de pigmento rojo conseguido a base de triturar piedrecitas... Es fascinante ver a ese hombre ensimismado y cachazudo, pero nada huraño, estudiar con detenimiento los materiales, tocarlos, palparlos, hasta averiguar algo de ellos que la mayoría no sabemos ni somos capaces de ver.
Confieso que me fascinan los artistas que se dedican al land-art, quizá porque es algo que está muy lejos, casi diría en las antípodas de mi experiencia personal como urbanita. Y también porque su lenguaje poético es intemporal y es universal, y no puede dejar de conmovernos siempre.