SÚBITO SILENCIO
Os acordáis. Los años aurorales
como el tiempo tranquilos, pura infancia
vagamente asistida por el mundo.
La noche aún materna protegía.
Veníamos del sueño, y un calor,
un sabor como a noche originaria
se demoraba sobre nuestros labios,
humedeciendo, suavizando el día.
Pero algo a veces nos solicitaba.
El cuerpo, y el regreso del verano,
la tarde misma, demasiado vasta.
¿En qué mañana, os acordáis, quisimos
asomarnos al pozo peligroso
en el extremo del jardín? Duraba
el agua quieta, igual que una mirada
en cuyo fondo vimos nuestra imagen.
Y un súbito silencio recayó
sobre el mundo, azorándonos.
Las Afueras (IV) Jaime Gil de Biedma, 1959.
Chlorosis (fragmento), Marlene Dumas, 1994.
2 comentarios:
¡Qué poeta! que es Jaime Gil de Biedma. Qué estrofa tan maravillosa ésta: “Veníamos del sueño, y un calor, / un sabor como a noche originaria / se demoraba sobre nuestros labios, / humedeciendo, suavizando el día.”
Casi sin metáforas, sin doblar ni retorcer el lenguaje, sin añadir nuevas “palabras” al maltratado diccionario de lo oscuro, simplemente dejando que cada palabra caiga como la lluvia y se recomponga en el suelo de una realidad blanca… blanca pero certera, bella, espléndida, tan llena de sentido que uno no tiene menos que pararse un momento y saludar con una reverencia
¡Feliz elección!
Muchas gracias, amigo Cronopio. Desde que empecé la aventurilla esta del blog me propuse que en las combinaciones imagen + texto ni los artistas plásticos ni los autores literarios se repitieran nunca, porque no quería hacer un catálogo de mis poetas o mis pintores favoritos, sino establecer relaciones entre imagen y escritura que vayan un poco más allá de lo obvio. Espero haberlo conseguido, aunque sólo sea en ocasiones. Pero, claro, no uso nunca imágenes ni palabras que no me gusten, sería una tontería...
¡Besos!
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