26.7.09

HAIKI DE FORMENTERA (1)



Acantilados
donde viven las olas
y las medusas











(La casa blanca estaba en lo alto del acantilado, en una calle cuidadosamente trazada donde se alineaban los perfectos jardines, todos de cara al mar. El mar era azul, tranquilo y bello. De vez en cuando pasaba un barquito pequeño con una vela blanca. La brisa agitaba las ramas del pino y la palmera y aventaba el perfume humilde del romero.

Bajando hacia las rocas el azul prístino del mar quedaba algo empañado y se veía que no era tan perfecto, porque en la zona rocosa entre tierra y mar se escondían algunos peligros pequeños: erizos, medusas, apenas un mal rato, un feo inconveniente, no una amenaza para la vida, desde luego, pero la perfección ya se había roto).

2 comentarios:

Pilar dijo...

y en el Ganso Jocoso
Haiki de Albacete

Besos

El Ganso dijo...

No, los de Albacete saldrán a las cinco.