LA ISLA
Suaves eran en torno las líneas de la isla; entre el ramaje azulenco de los olivos se transparentaba un cielo más cargado; en el aire detenido había una fragancia que llenaba de gozo, los aromas de la tierra se fundían con el olor del mar: pino, menta y adelfas con la sal y las algas.
La isla, Gianni Stuparich (traducción de J.A.González Sainz).