30.9.07

ZERO DEGREES

El espectáculo Zero degrees reúne a los coreógrafos y bailarines Akram Khan, inglés de origen bengalí, y Sidi Larbi Cherkaoui, belga de origen marroquí. Son dos estilos diferentes, el de Khan tremendamente energético y electrizante, influido por la danza kathak, y el de Larbi fluido, acrobático, con un cáustico sentido del humor. Pero ambos se compenetran a la perfección y relatan, con palabras y movimiento, una historia de fronteras, incomunicación y dualidad.
La escenografía del artista inglés Antony Gormley y la fascinante música de Nitin Sawhney, creada especialmente para la ocasión e interpretada en directo, acababan de redondear un espectáculo vibrante, magnético, que nos entusiasmó. Un magnífico comienzo para la temporada de danza del Mercat de les Flors.

Zero degrees, Akram Khan Company & Les Ballets C. de la B., Akram Khan / Sidi Larbi Cherkaoui, Mercat de les Flors, 28-30 septiembre 2007. (Más fotos aquí)

28.9.07

AMOR LÍQUIDO

Leo Amor Líquido de Zygmunt Bauman, prestado por Raquel, y me decepciona un poco al principio, lo encuentro algo previsible. La primera parte, titulada “Enamorarse y desenamorarse” quiere ser un diagnóstico del estado de los sentimientos y las relaciones amorosas en nuestra época, pero más bien le ha salido un pequeño sermón, como el que endilgaría un maestro benévolo a esos chicos díscolos, seducidos por internet y los móviles, incapaces de tomarse en serio las relaciones, los hijos, la familia...

Luego, en los siguientes apartados, habla de cosas más interesantes. Por ejemplo, en “Sobre la dificultad de amar al prójimo” habla de la necesaria espontaneidad de los actos morales y la “obediencia a la demanda ética” (citando a Lögstrup y Levinas). También expone la idea de “mixofobia” que ha configurado la expansión demográfica reciente de Estados Unidos en zonas residenciales dispersas, diseñadas específicamente para no verse y no mezclarse con otras personas, un modelo absurdo que, por desgracia, la influencia americana está exportando a todo el mundo occidental. En el apartado “La unión desmantelada” toca uno de los temas más espinosos e interesantes del libro: el de los refugiados. Define los campos de refugiados como auténticos vertederos humanos adonde van a parar los desechos de la soberanía territorial moderna, esos seres sobrantes. Una frase reveladora: “Uno se pregunta hasta qué punto los campos de refugiados no son laboratorios (no deliberados quizás, pero no por eso menos reales) donde se prueban y ensayan los nuevos patrones de vída líquidos de 'permanencia de lo efímero'”. Aunque en las últimas páginas citando a Hanna Arendt deja abierta una mínima posibilidad de esperanza, la verdad es que Bauman no es demasiado optimista acerca del futuro.

24.9.07

FIESTA MAYOR

21.9.07

DEVANT MA PORTE


Que sont mi ami devenu
Que j’avoie si près tenu
Et tant amé ?


Je cuit qu’il sont trop cler semé;
Il ne furent pas bien femé,
Si sont failli.

Itel ami m’ont mal bailli,
C’onques tant com Dieus m’assailli
En maint costé

N’en vi un seul en mon osté:
Je cuit li vens les m'a osté,
L’amor est morte:

Ce sont ami que vens emporte,
Et il ventoit devant ma porte;
Ses emporta


Complainte (fragmento), Rutebeuf (1230-1285)

20.9.07

LOS BOSQUES DE NICARAGUA


El personaje sin nombre lanza su discurso circular, insistente, como la matraca alcohólica de un vagabundo paranoico en una noche de lluvia. Es un extranjero, podría ser un inmigrante, sí, pero también podría ser cualquiera, alguien solo y perdido en el vientre oscuro y tenebroso de la pobreza y el extrarradio. El personaje no es uno sino seis, con distintas caras pero el mismo en el fondo, que recuerda, sueña, imagina, teme, se enfurece, grita y llora junto al mismo coche desvencijado, justo antes de entrar en los bosques de Nicaragua donde los soldados disparan a todo lo que se mueve.

Seis caras, seis actores excelentes aprovechando ese caramelo escénico, ese regalo de Koltès, Belbel y Rigola. De los seis me gustó sobre todo Pere Arquillué al principio, contenido y adecuadamente paranoico, también Jordi Bosch, llevando la tensión emocional al límite, y Francesc Orella con su dificilísimo estallido de ira final.


La nit just abans dels boscos, de Bernard-Marie Koltès, Teatre Lliure (del 13 al 23 de septiembre), traducción de Sergi Belbel, dirección de Àlex Rigola. Intérpretes: Pere Arquillué, Andreu Benito, Jordi Bosch, Francesc Orella, Josep Maria Pou, David Selvas.


Study from the human body, Francis Bacon, 1949.

9.9.07

UNDEAD


White on white translucent black capes

Back on the rack

Bela Lugosi's dead

The bats have left the bell tower

The victims have been bled

Red velvet lines the black box

Bela Lugosi's dead

Undead undead undead

The virginal brides file past his tomb

Strewn with time's dead flowers

Bereft in deathly bloom

Alone in a darkened room

The count

Bela Lugosi's dead

Undead undead undead



Bela Lugosi's Dead, Bauhaus, 1979.
El Silencio, Henry Fuseli, 1801

6.9.07

LA CIUDAD DE LOS SUEÑOS

La calle por la que pasábamos para ir al colegio, una sucesión de edificios que fueron derribados, de tiendas que cerraron, sustituidas por otras, de árboles que fueron talados y sustituidos por otros. El propio colegio que ya sólo abre sus aulas en nuestros sueños. La habitación que no existe ya, pero que el espejo refleja todavía dentro de nuestros recuerdos. La puerta que daba a una habitación que ya no existe, pero por la que todavía se puede acceder a esa habitación en lo más oscuro de la noche. Edificios de la memoria, habitaciones del recuerdo. Están todas en nuestra cabeza, amuebladas, con la luz encendida.


Visioni simultanee, Umberto Boccioni, 1911.

1.9.07

NO LA DESPERTÉIS


No despertéis jamás a la serpiente,
por miedo a que ella ignore su camino;
dejad que se deslice mientras duerme
sumida en la honda yerba de los prados.
Que ni una abeja la oiga al arrastrarse,
que ni una mosca efímera resurja
de su sueño, acunada en la campánula,
ni las estrellas, cuando se escabulla
silente entre la hierba, escurridiza.

No despertéis jamás a la serpiente, Percy Bysshe Shelley, traducción de Juan Abeleira y Alejandro Valero.
Les glaciers, Jean Fautrier, 1926